Los problemas de visión más frecuentes en edad escolar son la miopía (dificultad en la visión lejana) y la hipermetropía (dificultad al ver de cerca). También hay niños con Ambliopía, un trastorno del la visión que consiste en que un ojo no ve tan bien como el otro. Cuando pasa esto, el cerebro no puede juntar ambas imágenes y recoger toda la información que dan, así que desecha la peor imagen haciendo que el sólo se interprete la imagen enviada por el ojo más fuerte. Esto conlleva a que el ojo más débil no se desarrollará correctamente, ya que no le hacemos trabajar. Si se diagnostica con tiempo suficiente, es posible rectificar el obstáculo para que ambos ojos trabajen por igual.
En preescolar el problema más habitual es que los músculos oculares evitan alinear y enfocar adecuadamente. La incapacidad de enfocar con los dos ojos en la misma dirección hace que el ojo parezca perezoso y se conoce como estrabismo. Si no se trata, puede causar ambliopía.
Hay niños con los ojos hacia dentro, hacia fuera, con sólo uno hacia dentro o hacia fuera, o un ojo más alto que el otro. Cualquiera de estos casos puede inhibir el desarrollo de la vía óptica si no se atiende y corrige a una edad corta.
Recomendamos que se realice el primer examen ocular cuando los niños comienzan el cole, aunque no se hayan quejado ni hayan presentado ninguna dificultad en la visión. Y a medida que avanzan cursos, si se le ha diagnosticado alguna alteración de la vista, aunque sean los más comunes (miopía, hipermetropía), lo mejor es ir a una revisión una vez el curso haya acabado y la vista haya tenido unos días para descansar.
Ha acabado el curso escolar hace poco y es el momento de que traigáis a vuestros hijos para hacerles un reconocimiento y comprobar que no han cambiado las dioptrías y que no hay ningún contratiempo más al que buscarle una solución. ¡Nos vemos en Ortigosa!