En verano, debido a la intensidad de los rayos de sol, aumentan las posibilidades de que nos deslumbremos al conducir. No hay que olvidar que el deslumbramiento representa un importante impedimento en la conducción, que nos pone en peligro tanto a nosotros como al resto de conductores y peatones. Elegir las gafas de sol adecuadas puede evitarte más de un susto, ya que gracias a ellas se reduce el riesgo de deslumbramiento y también la fatiga visual.
De entre el amplio abanico de posibilidades que existe en la actualidad, las gafas de sol con cristales polarizados están especialmente recomendadas para conducir. ¿El motivo? Eliminan los reflejos que los rayos del sol generan en las superficies planas (como, por ejemplo, en los edificios verticales con grandes vidrieras o en una carretera mojada), que pueden provocar un gran deslumbramiento al volante. Por supuesto, lo mejor es comprarlas en centros autorizados, que garantizan que están homologadas y que cumplen con la normativa europea (llevan la marca CE).
Fíjate también en el filtro solar: para conducir en verano el más recomendable es el 3, que protege nuestra vista en los días soleados. Pero no caigas en el error de adquirir unas gafas con filtro 4, demasiado oscuras para conducir con seguridad.
Los cristales con filtros fotocromáticos tienen la capacidad de adaptarse a la luz ultravioleta que reciben, aclarándose si es débil (por ejemplo, en un túnel) y oscureciéndose si es intensa (como en un día soleado).
Actualmente es posible encontrar gafas de sol que aúnan ambas tecnologías: la fotocromática y la polarizada. Esto las hace especialmente adecuadas para conducir.
Llevar las gafas adecuadas te protegerá contra deslumbramientos al volante, pero para estar seguro de que sabes cómo reaccionar ante otras situaciones imprevistas puedes apuntarte a los cursos de conducción segura del RACC, donde también te ayudarán a saber como prepararte ante los posibles imprevistos en la carretera, enseñándote a dominar el coche.
Si vas en moto, además de elegir unas lentes que te protejan del sol de forma adecuada, debes fijarte en la forma y los materiales de los que están hechas las gafas. La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda siempre comprobar que entran bien en el casco sin necesidad de forzarlas y sin producir molestia alguna al llevarlas. Las patillas deben ser flexibles, algo muy importante para evitar posibles heridas en caso de choque. Y lo mismo ocurre con las lentes: las de policarbonato son especialmente resistentes a los golpes.
Y, por supuesto, no está de más llevar gafas de sol de repuesto, tanto si las usas graduadas como si no.
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