Este tipo de audífonos que se coloca en la oreja es un dispositivo que se engancha en la parte superior de la oreja y que se coloca detrás de ella.
Un tubo muy delgado y casi transparente conecta el audífono a un auricular hecho a medida, llamado molde, que se adapta al canal auditivo.
Este tipo de audífono es adecuado para personas de todas las edades y según la experiencia de nuestros usuarios puede resultar muy cómodo a largo plazo ya que su amplificador no tiene que introducirse en el canal del oído.
Los audífonos retroauriculares o detrás de la oreja son soluciones que se alojan por detrás del pabellón auricular y que transmiten la señal que nos llega al conducto auditivo externo mediante un tono acústico o cable.
Estos dispositivos son efectivos para personas con pérdidas auditivas de leves a graves, pero no funcionan tan bien para los niños cuyos oídos aún están en crecimiento.